David pregunta: ¿Por qué murió Abner? El Midrash responde y dirige un dedo acusador hacia todas aquellas autoridades que observan los crímenes y callan.
“Y entonó el rey una lamentación por Abner, y dijo: ¿Había de morir Abner como muere un malvado? Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; como el que cae delante de los malvados, has caído” (Versículos 33-34). David entona una lamentación por Abner, y como sucede muchas veces en ocasión de una muerte inesperada, el que entona la lamentación, clama: “¿Por qué? ¿Por qué se lo llevaron antes? ¿Acaso no hay juicio ni juez?
Hay un principio constante de Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, en su forma de leer los relatos bíblicos y es que si a una persona le ocurrió algo malo, debe encontrarse su causa. David, en su lamentación, lanza una pregunta: “¿Había de morir Abner como muere un malvado? El Midrash (Talmud Babilónico, Tratado de Sanedrín 20a), rehúsa dejar este interrogante sin respuesta. Pues entonces, ¿Por qué murió Abner? Rabí Iehudá descubre el pecado e invierte la lamentación de David. El sospechoso inmediato es uno de los pecados más grandes del libro Shmuel: la matanza de los Cohanim (Sacerdotes) de Nob, perpetrada por Shaúl.
Dijo Rav Iehudá dijo Rav: ¿Por qué fue castigado Abner? Porque debía haber protestado ante Shaúl y no lo hizo.
El pecado de Abner es el silencio frente a la matanza de los Cohanim de Nob. Entonces, por qué David formula la pregunta: “¿Había de morir Abner como muere un malvado? Si la muerte de Abner era como señal de juicio.
Rav Iehudá vuelve a leer la lamentación: David no pregunta acerca de la muerte de Abner. Sabe perfectamente por qué murió Abner “Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; como el que cae delante de los malvados, has caído” ¿Por qué no protestaste? “como el que cae delante de los malvados, has caído”
Según los conceptos de Rav Iehudá, la lamentacion de David se refiere al hecho en el que fueron eliminados los Cohanim de Nob. Y aqui es donde David dirige la pregunta, pero David no se pregunta por el destino de Abner, pero la pregunta no es lanzada al aire. La misma es formulada hacia el mismo Abner-una pregunta que incluye una acusación punzante y enérgica” Abner, señala David, en el momento en el cual Shaúl dio la orden ilegal de matar a los Cohanim de Nob, tus manos no estaban atadas. Eras una persona influyente y con poder. ¿Por qué no protestaste? Por ese silencio, el silencio del general poderoso “como el que cae delante de los malvados, has caído”.
Conforme a la perspectiva de Rav Iehudá, la muerte de Abner es el castigo a una persona que podía haber protestado y no lo hizo. Es el clamor contra los hombres de poder, aquellos que se jactan de su poder e influencia, pero ante las atrocidades que se cometen ante sus ojos permanecen callados, se empequeñecen, quedan como atados.
Gentileza sitio 929