¿Liderado o líder?

¿Liderado o líder?

Nuestro capítulo, que nos relata con suma moderación acerca del comienzo de las acciones de Shimshón, nuestro particular héroe, revela algunos de los componentes más profundos de su carácter, que sorprendentemente, son totalmente opuestos a su difundida imagen.

La imagen de Shimshón agitó la imaginación de muchos. Un juez que salva a su pueblo solamente con sus diez dedos, sin ejército, sin colaboradores, séquito o apoyo real alguno. Al parecer, él se halla permanentemente en un estado de agitación emocional incontrolable. Las mujeres filisteas son atraídas a él como una mariposa al fuego, y allí es atrapado y capturado. La enorme fuerza que le fuera dada del cielo, es extraordinaria en su potencia. Lucha contra un león sin temor alguno, descuartizándolo como si fuera un cabrito. Pero la mayoría de sus reacciones, a primera vista, nos parecen desproporcionadas, y el uso de su enorme fuerza no es consecuencia del razonamiento que se requiere de un juez, que lidera a su pueblo. Más parece que el enojo, el odio y el sentimiento de venganza por un lado, y la total ceguera ante las tramas de sus mujeres y asociados por el otro, son los que configuran su accionar, hasta llegar a un callejón sin salida.

Me parece que ésta es una mirada superficial de este maravilloso líder. Nuestro capítulo, que nos relata con suma moderación acerca del comienzo de las operaciones de Shimshón, nuestro particular héroe, revela algunos de los componentes más profundos de su carácter, que en forma sorpresiva son totalmente opuestos a su difundida imagen, que he descripto en el fragmento anterior. Todo comienza con una mujer filistea de Timná, que es buena (correcta) a ojos de Shimshón. Él desea casarse con ella. Y he aquí, que, para nuestro gran asombro, él les pide a sus padres que lo ayuden a lograr su objetivo. Él no rompe el marco de la tradición familiar, en el cual los padres son la autoridad. Conoce muy bien las leyes y quiere y tiene toda la intención de actuar acorde a ellas, a fin de alcanzar su objetivo. Sus padres protestan contra su intención de contraer enlace con la hija de incircuncisos, pero colaboran con él. Camino a Timná, se aproximan a una senda en la que hay plantados viñedos. Shimshón, nazareno desde el vientre, evita el camino principal para no tentarse y comer de las uvas prohibidas. Una vez más, una observancia minuciosa de las leyes de la Torá y la tradición de los patriarcas. No es esta una conducta de un matón desenfrenado, la restricción en el comportamiento de Shimshón es muy destacada.

Y entonces, tiene lugar el primer hecho conmocionante: repentinamente, como de la nada, un cachorro de león bloquea el camino de Shimshón y lo amenaza. Y entonces, le sucede algo por primera vez: el espíritu de Dios late en él, lo colma de espíritu heroico, determinación y capacidad de acción, y sin vacilar, descuartiza al león. A sus padres no les dijo nada, como si nada hubiera sucedido. La jactancia estaba muy lejos de él. Nuevamente, descubrimos las cualidades de contención y modestia que eran sus cualidades básicas, incluso hasta llegar a la ingenuidad. Pero este hecho dejó una marca indeleble en el propio Shimshón. El episodio le reveló a Shimshón su enorme fuerza y un dato adicional: pudo confirmar que la educación especial que recibió desde su infancia, como nazareno de Dios, tiene un objetivo. Y el mismo está por concretarse próximamente.  Ello se hallaba también en la base de su acertijo a los pelishtim: del poderoso salió dulzura-a partir de la dura vida del presente, cuando los pelishtim sometieron a los hijos de Israel, no habrá de demorar el día en que llegue su redención, a través del mismo Shimshón.

El acuerdo matrimonial fue exitoso. Pero dicho éxito es el que lo llevó a Shimshón al camino del  inevitable enfrentamiento con los pelishtim. El casamiento debía mostrarle a Shimshón, que la brecha cultural existente entre él, como representante del pueblo hebreo, y entre los pelishtim es tan grande y profunda, que son irreconciliables. Así es como Shimshón fracasó. También, de acuerdo a la opinión de Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, esta ceguera, le provocó, la ceguera física que le ocasionaron los pelishtim y su muerte heroica.

¿Liderado o líder? A veces, liderado, y en otras, líder. Su entrega total y devoción a su pueblo y a su familia es incuestionable. Su vínculo con su destino y su Dios nunca fue interrumpido. Un juez muy especial, con cualidades excepcionales. Según mi parecer, se halla entre los excelentes jueces descriptos en este libro.

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