Comiéndolo por el camino

Comiéndolo por el camino

La ingesta de la miel impura que se halla en el cuerpo sin vida del león genera una crítica hacia Shimshón, que junto a su descenso a Timná da cuenta del proceso de su desapego de su destino y de su santidad.

 “Se apartó para ver el cuerpo muerto del león, y he aquí que había en el cuerpo del león un enjambre de abejas, y un panal de miel Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino…” (Versículos 8-9). La frase “se fue comiéndolo por el camino” es muy singular. Aquí no se trata de dos verbos diferentes cuyo significado es que Shimshón fue y también comió; sino de un proceso: el término “ir y comer” simboliza progresión. Cuando al final del diluvio se relata que las aguas “continuaron menguando” (Bereshit capítulo 8, versículo 5) entendemos que se redujeron cada vez más  y así también cuando Palti hijo de Laish fue caminando y llorando detrás de su esposa (Shmuel II capítulo 3, versículo 16), o cuando Itzjak fue creciendo (Bereshit capítulo 26, versículo 13).

¿Cuál es la cuestión de la progresión en lo concerniente a la comida? ¿Qué diferencia puede haber entre el inicio de la comida y el final de la misma?

Nuestros comentaristas ya se han referido a la problemática de esta acción de Shimshón. Con la miel originada  en el cuerpo muerto de un animal, no existe una prohibición Halájica acerca de su ingesta, pero esta miel es impura-y para los consagrados a Dios es apropiado alejarse de la impureza; este imperativo es siempre correcto (hecho que se manifiesta a través de la purificación en el las festividades de peregrinación, por ejemplo) y en particular en relación a Shimshón, como le ordenara el ángel: “ni comas ninguna cosa impura”(Capítulo 13, versículo 4).

Pues entonces, la referencia a la progresión en la ingesta de Shimshón no indica nada en referencia a la cantidad de la comida sino a la calidad de la misma: Shimshón, al comer de una manera inapropiada para un Nazir, “Nazireo, apartado para Dios” (aún si no está terminantemente prohibida) se va desconectando de su destino elevado-apartarse de la vida en este mundo, acercarse lo más posible a Dios; este movimiento es equivalente a su descenso de los montes de Iehudá hacia Timná en la llanura y de su involucramiento allí con los pelishtim (filisteos) y sus hijas.

Los referentes que escriben en esta sección son integrantes dela organización  Najat-jóvenes amantes de la Torá que es la sede del estudio del Tanaj por los jóvenes

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