Estos materiales fueron publicados en el Jumash producido por la Editorial Ner, www.kehot.com.ar
Reproducido con autorización de Editorial Ner [email protected]
Copyright, derechos reservados y reproducción prohibida de los mismos
¿Qué se informó a Moshé? (v. 22)
RASHI: Ellos le preguntaron: “¿Por qué es este día diferente de los
otros?” De acá aprendemos que Moshé aún no les había contado las
leyes de Shabat que Dios le había dicho antes, en el vers. 5 arriba.
OR HAJAÍM: Moshé no contó al pueblo judío acerca del Shabat,
porque Dios se lo había dicho a Moshé como un secreto. (Véase el
vers. 5 arriba, donde no aparece una orden específica a Moshé de
decirle al pueblo judío).
Fue así porque Dios quiso que el pueblo judío descubriera por sí
mismo la doble ración de maná, sin advertencia, pues de esta
manera el concepto de Shabat quedaría fijado en ellos más
hondamente al ser personalmente testigos del milagro. Si hubieran
recibido la ordenanza primero, no habrían apreciado tanto el
milagro.
Torat Menajem
¿CUÁNDO COMENZÓ SHABAT? (V. 22)
Rashi escribió arriba (véase Preguntas Clásicas a 15:25) que, en Mará,
al pueblo judío se le dieron “algunas secciones de la Torá para que se
ocuparan con ella”, incluyendo las leyes de Shabat. Rambán explica que
no se les ordenó observar concretamente el Shabat sino, más bien, que
comenzaran a aprender acerca de él a sabiendas de que en el futuro Dios
ordenaría efectivamente observar sus leyes.
Esto explica por qué los judíos se escandalizaron cuando encontraron
una ración doble de maná aquí, en el vers. 22, pues aunque estaban
familiarizados con el concepto de Shabat aún no habían recibido la orden
de observarlo.
Moshé dijo entonces al pueblo que “Mañana es un día de descanso, un
santo Shabat para Dios. Horneen [hoy] lo que sea que deseen hornear, y
cocinen [hoy] lo que sea que deseen cocinar” (v. 23). O sea, Moshé dijo que
a partir de este momento estaría prohibido cocinar en Shabat. Esta es la
razón de que una ración doble de maná había llegado antes, el viernes, para
que toda la cocción necesaria para Shabat pueda hacerse de antemano.
Sin embargo, no hay mención de que Moshé les dijera que observaran
alguna de las demás leyes de Shabat. Así, podemos suponer que la única
prohibición en este momento era la de cocinar.
De hecho, esto explica la declaración del vers. 27 que “En el séptimo
día, algunos del pueblo salieron para recoger maná, pero no lo hallaron”.
Presumiblemente, esta gente salió a juntar el maná con cuencos y ollas
con las que llevarlo a casa. ¡Parecería que violaron la prohibición de
portar objetos en el dominio público en Shabat!
Sin embargo, en base a lo mencionado, está claro que no profanaron
el Shabat en absoluto, pues la única prohibición que se les había dado
formalmente era la de cocinar.
Luego, en el vers. 29, Dios prohibió de hecho cargar en Shabat, con
las palabras “Que cada persona se quede en su lugar. Nadie debe salir de
su lugar en el séptimo día”. No obstante, hasta que Dios no pronunció
estas palabras, el pueblo judío no podría haber sabido que la prohibición
de cargar en Shabat había comenzado. Por consiguiente, aquellos que
“salieron a recoger maná, pero no lo hallaron” en Shabat, no pecaron.
Pero si no transgredieron, ¿por qué se enojó Dios, diciendo: “Hasta
cuándo se rehusarán a observar Mis mandamientos y Mis enseñanzas” (v.
29)?
Sin embargo, esto no se refirió al portar en Shabat (cuyas prohibiciones
aún no se habían dado, como se explicó) sino, más bien, a la falta de fe
que esas personas demostraron al ignorar la promesa de Dios de que
“Hoy no lo encontrarán en el campo” (v. 25).
Así, en el análisis final, el primer Shabat sólo contuvo una prohibición:
cocinar. Después de que algunos individuos demostraron una falta de fe
en Dios al ir a recoger maná, se agregó también la prohibición de cargar
objetos en el dominio público.
(Basado en Likutéi Sijot, Vol. 31, págs. 86-88)