De cara al asentamiento

De cara al asentamiento

El libro Bamidbar comienza con el censo de los hijos de Israel, y en el capítulo 26 la Torá relata acerca de un censo adicional. La Torá dedica dos descripciones separadas detalladas para ambos censos, porque cada uno de ellos tenía un objetivo diferente.

En el primer censo, en los capítulos 1-2, sobresale el carácter “militar”, e incluso en las instrucciones para el censo figura explícitamente: “los habrán de contar según sus huestes” (Bamidbar capítulo 1, versículo 3). A diferencia de ello, en el segundo censo el término “todo apto para el ejército” (Bamidbar capítulo 26, versículo 2) es solamente utilizado como definición para la edad de los censados, pero el censo no tiene carácter militar.

En los dos censos los Leviim fueron exceptuados, pero por un motivo diferente: en el primer censo figura que los Leviim estaban dedicados al servicio en el Mishkán (Tabernáculo), ellos pertenecen al ejército de los servidores de Dios, y por ende no deben ser censados con todos los combatientes.

En el segundo censo está citado que los Leviim no fueron contabilizados con todo el pueblo, debido a que ellos no reciben heredad. Es decir: el objetivo del segundo censo es el de establecer las heredades de los hijos de Israel.

La Torá dedica un capítulo especial a posteriori del primer censo para describir cómo fueron ordenados los campamentos según sus estandartes cuando están prestos para movilizarse (Capítulo 2), y en otro capítulo (capítulo 10) son descriptos los órdenes de movilización del campamento y la salida a la guerra: quién primero y quién último, cómo son convocados y cómo se trasladan. De ello se infiere, que el propósito del primer censo era el de una organización impecable del campamento para la movilización y para la guerra.

A diferencia de ello, en el Segundo censo no hay referencia alguna al orden del campamento. La Torá no se ocupa en absoluto de estandartes y de la movilización, e incluso ni siquiera escribe que la organización era idéntica a la que había en la salida de Egipto. Moshé recibe la orden de este censo tras las guerras contra Sijón y Og, y de todos modos, está claro que el censo no está destinado a la preparación para esas guerras. Tras la finalización del censo, el capítulo cita el mandamiento de repartir la tierra según los resultados del censo: “Al numeroso habrás de incrementar su herencia y al reducido habrás de reducir su herencia” (Capítulo 26, versículo 54). Por consiguiente, parce ser que el propósito del segundo censo es la preparación de una base de datos para el reparto de la tierra.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".

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