El relato de Abigail le ilustró a Nabal, por primera vez en su vida, hacia dónde lo llevó su mal comportamiento. La muerte de Nabal en manos de D-s da cuenta de que finalmente él no reconoció su error y no decidió modificar su rumbo.
La muerte de Nabal refleja la primera intromisión Divina en el relato. Así es como se pone de manifiesto la expresión del juicio bíblico sobre Nabal, quien pagó con su vida por su comportamiento con David. Resulta particularmente interesante la forma en que Nabal encontró su muerte. Primero el texto bíblico describe el banquete de Nabal como “el banquete real” y en el mismo se emborracha “mucho”, estas expresiones muestran la arrogancia de Nabal, que actúa de forma ilimitada y desenfrenada. Frente a este manejo, sobresale la inteligencia de Abigail, que no vio con buenos ojos decirle algo en el momento de su borrachera, ya que de todos modos no sería efectivo; ella aguarda hasta la mañana, hasta que pase el efecto del vino, y recién allí le habla. Y sin embargo, aquí se registra un hecho imprevisto: “y murió su corazón dentro de él, y se puso como una piedra (Versículo 37). ¿Por qué? ¿Qué tenían de terrible los conceptos emitidos por Abigail a Nabal?
A mi modesto entender, es difícil contemplar esta descripción como referida a la avaricia de Nabal, que no podía contener el presente de Abigail a David, a tal punto que por ello su corazón muere. Es posible que el temor de Nabal surgiera a partir de la sospecha de que finalmente David vendrá a luchar contra él.
Pero parece que esta escena debe contemplarse de un modo más amplio. Resulta que el relato de Abigail que le ilustra a Nabal, por primera vez en su vida, hacia dónde lo ha llevado su comportamiento extraviado. Sin embargo, Abigail logró frenar el ataque de David y sus hombres contra Nabal, pero si no hubiera sido por Abigail que actuó de una forma completamente opuesta al estilo de Nabal, ese ataque hubiera destruido a Nabal y a su hogar. Es difícil saber si es que en esta conducta de Nabal había algo del orden del reconocimiento de los pecados cometidos y el inicio de un proceso determinado de Teshuvá, de Retorno, o tal vez, se dio sólo una sensación de miedo y frustración por la situación.
Nabal murió después de diez días, y parece que D-s le dio a Nabal un tiempo de diez días a fin de completar el proceso y arrepentirse y retornar al buen camino (y por consiguiente, Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, contemplaron esos días como similares a los diez días de retorno, entre Rosh Hashaná y Iom Kipur). Pero Nabal, según parece, no aprendió la lección y no modificó su conducta radicalmente. Al superarse el primer impacto, Nabal volvió a su conducta habitual. Motivo por el cual, tras diez días enfermó y murió.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”