¿Por qué, Leá, que sintió que Dios contempló su sufrimiento, llamó a su hijo “Reuvén” y no “Elraá” (Dios vio)? ¿Por qué Moshé no se llamó “Mashui” (extraído)? Nuestros antepasados adoptaron nombres que conocían de su entorno, y volcaron en ellos sus sentimientos y su fe.
En la sección de “Vaietze” nacieron la mayoría de los hijos de Iaacov Avinu. La porción nos detalla los motivos de sus nombres. Pero debe reconocerse que no siempre podemos comprender cómo el motivo condujo al nombre. Si Leá declara con alegría: “Pues ha visto el Señor mi aflicción” (Capítulo 29, versículo 32), ¿Por qué llamó a su hijo “Reuven” y no “Elraá” o “Raáia”? un problema similar surge en lo concerniente (en relación) a otros nombres en la Biblia. El padre de Noaj proclamó: “Este nos traerá consuelo de nuestro trabajo y del esfuerzo de nuestras manos” (Capítulo 5, versículo 29). Entonces, ¿por qué el niño se llamó “Noaj” y no “Menajem”?
Nuestros Sabios contemporáneos respondieron, que nuestros antepasados no inventaron nombres nuevos, sino que tomaron nombres vigentes, y les introdujeron un significado nuevo. Mi primo se llama “Lior” por haber nacido cerca de Janucá. Sus padres no inventaron el nombre, sino que tomaron uno ya vigente, relacionado con la luz. Aparentemente, así acostumbraban nuestros antepasados. Ellos tomaron nombres que conocían de su entorno y volcaban en ellos sus sentimientos y su fe.
En nuestros tiempos, los padres jóvenes sienten que descuidaron su deber si es que no inventaron un nombre nuevo para su hijo, uno que nunca haya sido pronunciado por labios humanos. Tchernijovsky, en sus poemas llamó a su amada “ILIL” porque quería denominarla de una manera en la que nunca un hombre llamó a su mujer, pero nuestros antepasados, aparentemente, no dudaron en adoptar nombres vigentes, y cargarlos con un nuevo significado valorativo y sentimental.
Incluso en lugares donde se necesita una nueva actitud, uno no debe apresurarse a abandonar las antiguas instituciones, tradiciones y ceremonias. Todas ellas tienen un valor en sí mismo, tanto por el contenido que poseen, también por la forma en que se reflejan, y hasta como consecuencia del valor de la continuidad. Pero a veces, es posible actualizar el contenido de esas tradiciones y otorgarles un significado (sentido) personal renovado.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Perashot" publicado por "Maaliot"