El episodio de la travesía de Israel por el desierto no es solamente una descripción, sino un ejemplo y símbolo para las generaciones.
El versículo “y ocurrió que cuando se desplazaba el Arca” (Versículo 35) es diferenciado y singular, y debe ser visto como un versículo-clave para toda la temática de la travesía: al desplazarse el Arca, Moshé rezaba: “¡Surge Señor! ¡Y que se dispersen tus adversarios y que huyan los que Te aborrecen, de ante Ti” (Versículo 35). Es decir, en el momento del traslado, se despiertan las fuerzas de los enemigos de Dios y de los que lo aborrecen.
En contraste con la situación estable en el momento de acampar, he aquí que en el momento del traslado se ponen en duda los órdenes y surgen problemas a los cuales Moshé aludió en su plegaria “¡Surge Señor! ¡Y que se dispersen tus adversarios”. Itró, que se mostró complacido de formar parte del campamento de Israel en tiempos de armonía, se apresuró en abandonarlo en el momento de la travesía-es ésta una señal para las próximas generaciones, que el tiempo del traslado es un momento en el cual los extranjeros y los incorporados se debilitan, aflojan y abandonan. Dudas, lujurias y pasiones se fortalecen, hasta el punto de socavar el propósito del viaje por un lado, y sobre la dirigencia que lidera por el otro. La duda sobre Moshé llega hasta el seno de su hogar: “Habló Miriám y Aharón contra Moshé” (Bamidbar, capítulo 1, versículo 1).
“Que el espíritu se disipe de su cuerpo” así está citado en el Zohar en nuestra sección, en alusión a aquel que piensa que los episodios de la Torá tienen como finalidad dar testimonio del acto como la representación histórica. Todos los relatos de la Torá, establece el Zohar, no son cuentos de gente común, sino pilares esenciales de la Torá verdadera. Su importancia es general y eterna, exactamente igual a las secciones de la Torá que aluden a los preceptos.
Ahora debemos volver y estudiar los órdenes de la travesía desde esta perspectiva. La estructura del campamento no es sólo una descripción del pasado y no se lee literalmente, sino que es también un ejemplo y símbolo para las generaciones, de cómo se debe organizar al pueblo de Israel cuando “marcha en su ruta” en las diversas etapas de la historia de la nación. Se debe internalizar la importancia del “campamento de la Divinidad” en el corazón de la nación. Se debe comprender la función de los pioneros que marchan a la cabeza del pueblo y esclarecer quiénes son los indicados para este rol, en cada generación. Se debe definir su función de “portadores del Arca” y su exención de otros roles. Y no debe olvidarse la importancia de la tribu colectora, y la necesidad de reunir “a los débiles rezagados”, en el extremo del campamento, para que Amalek no los pueda alcanzar y asestarles un golpe por atrás. La unión del campamento de Israel y el correcto reparto de cargos en su seno, es una condición importante para el éxito del pueblo durante sus travesías por los caminos de la vida, en todas las generaciones. En síntesis, es importante la conciencia de “Por Mandato del Señor ellos acampaban y por Mandato del Señor ellos se desplazaban” (Capítulo 9, versículo 23), y la plegaria: “Surge Señor…y que huyan los que te aborrecen” (Versículo 35).
Rab Profesor Yehuda Brandes: graduado de Yeshivat “HaKotel” y recibió la ordenación rabínica del Gran Rabinato de Israel. Tiene un Doctorado en Talmud, recibido de la Universidad Hebrea de Jerusalén en 2003. Ha dirigido “Beit Morasha”, el Centro de Estudios Judaicos Avanzados y Liderazgo en Jerusalén, entre 1998 y 2014. Preside Herzog College desde el 2014, fue uno de los fundadores de la “Escuela Maalé de Televisión, Cine y las Artes”.