Primero, el temor a Dios. Luego, el amor

Primero, el temor a Dios. Luego, el amor

David aprende la lección de la muerte de Uza: en la segunda ocasión, traslada el Arca a Ierushalaim a partir del temor, y conforme a los principios del traslado del Arca. Solo de esa forma es posible combinar la auténtica alegría con el servicio a Dios.

La bendición de Dios a Oved Edom y su familia demuestra, que el Arca no le causa daño a todo aquel que lo sostiene.

A partir de ello, David comprende que es posible reparar lo que debe ser corregido, y continuar la travesía, rumbo a Ierushalaim.

¿Acaso fueron realmente aprendidas las lecciones? Los conceptos figuran paralelamente en Divrei Haiamim I, Crónicas I, capítulo 15. Los dos problemas básicos en el traslado del Arca en la primera ocasión, eran el traslado en la carreta por hombres que no eran de la tribu de Leví. Ambas cuestiones son corregida en el segundo traslado: el Arca es trasladados sobre los hombros, y precisamente, sobre los hombros de los Leviim.

A diferencia de ello, el libro Shmuel, enfatiza menos la acción reparadora, pero destaca más la mejora de la sensación general: “David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del Señor con aclamación y sonido de Shofar” (Versículo 15).

Prestemos atención a la similitud existente entre esta descripción y  la del primer traslado, así como al contraste que hay entre ellas: “David y toda la casa de Israel bailaban delante del Señor con toda clase de (instrumentos hechos de) madera de abeto, y con liras, arpas, panderos, castañuelas y címbalos” (Versículo 5). Ambos versículos comienzan con las mismas palabras, pero ¡cuán diferentes son en la continuidad! El segundo traslado fue realizado a partir de un temor reverencial y del reconocimiento de la dimensión del hecho -“hacían subir el Arca del Señor”-en contraste con el primer traslado, que fue realizado mientras “bailaban delante del Señor”. El primer traslado, llevado a cabo en un clima de baile, fue realizado “con toda clase de (instrumentos hechos de) madera de abeto, y con liras, arpas, panderos, castañuelas y címbalos”; este clima fue totalmente modificado en el segundo traslado, que fue llevado a cabo “con aclamación y sonido de Shofar”

Por lo tanto, el segundo traslado fue realizado a partir de la sensación de temor, que es previa a la alegría. No obstante, tras haberse establecido los límites claros, hay lugar también para la alegría, y efectivamente, David lo manifiesta con suma intensidad: “David danzaba con toda su fuerza delante del Señor” (Versículo 14). Pero esta alegría surge del reconocimiento de los límites del temor y el cumplimiento de los preceptos, y debido a ello, se trata de una alegría apropiada.
 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”

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