David llega al encuentro de  Ajish y Shaúl deja de perseguirlo (Versículos 1-6) 

David está interesado en detener la persecución, y decide huir al encuentro de Ajish, rey de Gat, el pelishti, el filisteo. David ya hizo esto en el pasado pero entonces, lo reconocieron y temió que le hicieran daño tras haber matado al héroe filisteo, Goliat. Shaúl escucha que David se escapó a Gat y realmente deja de perseguirlo: “Y le fue dicho a Shaúl que David huyó a Gat, y no volvió a perseguirlo” (Versiculo 4). David se asienta en Tziclag, a fin de lograr cierta intimidad del rey filisteo. 

La construcción de la confianza con Ajish (Versículos 7-12) 

David está interesado en generar confianza con Ajish y lo pone al tanto cada vez que sale a una pequeña batalla. David le asesta un golpe, por ejemplo, al Gueshuri, al Guizri y al Amaleki, pero a Ajish le cuenta que también castigo a Néguev Iehuda. Así, David crea una ilusión en Ajish de que él puede y está en condiciones (aparentemente) de castigar también a su propia tribu. Ajish “compra” el relato y piensa que David esta de su lado: “Ajish confiaba en David diciendo: En verdad que, ciertamente se ha hecho detestable ante su pueblo Israel y será mi servidor para siempre”(Versículo 12).