En la Parashá anterior, BO nos hemos referido a los Tefilin, y a la unión entre el pensamiento y la acción; Tefilin Shel Iad (acción) y Shel Rosh (pensamiento). A ello debemos agregar aún el tercer principio el “sentimiento”. Los Tefilin Shel Iad son colocados frente al corazón simbolizando la dirección de los sentimientos, y nuestra Parashá es muy ilustrativa al respecto.
La parte sentimental del hombre es una de las primordiales para su integridad moral. Entre las principales Mitzvot, por ejemplo, encontramos la de Jesed, Rajamim, (misericordia), ayuda al hermano en desgracia, y muchas otras Midot que nos indican la necesidad de desarrollar estos principios humanos. Encontramos por ello, la Mitzva de Tzaar-Baalei-Jaim (compasión con los animales), y dos de las tres señales de los hijos de Abraham son Rajamim (misericordiosos) y Gomlei-Jasadim (bienhechores).
Estos principios nos pueden representar la “actitud” de los hijos de Israel, y las ideas que Abraham conquistó para el Universo.
Paralelamente a Abraham podríamos también detenernos sobre Sodoma y su legislación. Sdom y Amora se basan en la extirpación total del sentimiento, principalmente del de la compasión y la misericordia. El Talmud nos muestra a Sdom castigando brutalmente a una muchacha por haberse compadecido de un pobre a punto de morir de hambre. Sdom simbolizaba pues la absurda extirpación de los sentimientos, de aquellos “feminismos” como la compasión y misericordia.
Este fue uno de los aspectos de la revolución de Abraham, la introducción de la moral y del sentimiento del Universo.
Más hasta aquí nos hemos detenido sobre uno solo de los aspectos del “sentimiento", el sentimiento social, el exterior. El judaísmo exige sin embargo también el “interior”, la elevación del hombre por medio del sentimiento, elevación que llega a su cúspide por medio de las enseñanzas de la Jasidut. La Jasidut es un movimiento creado por Rabi Israel Baal Shem Tov en la Europa Oriental, más la Jasidut, no es un movimiento “nuevo” en sí, es decir una reforma o revolución en el judaísmo, sino que es la continuación de los principios del judaísmo que la vida del Galuth había ocultado.
El principal precepto del Jasidismo es la alegría. El mundo se halla en un estado de eterna creación, y creación significa goce.
El hombre participa también en la Creación Universal, y por ello no debe dejarse arrastrar por la melancolía o los sufrimientos de la vida, sino que debe elevarse por medio de sus sentimientos.
Avoda, el servicio religioso, el agradecimiento a Ds´ son todos ellos expresión de la alegría de la creación y de los sentimientos del hombre.
El sentimiento el precepto del corazón, es uno de los principios más trascendentales de la Torá, y este sentimiento y elevación están representados en la Shirat Haiam Acababan de ocurrir extraordinarios acontecimientos.
El pueblo esclavizado se libera, y los opresores son destruidos por la desencadenada furia de los elementos, el mar ahoga en sus fauces al ejército del Faraón, y el desierto se apresta a recibir a la nueva y libre nación, a Israel. Y se escucha la voz de Moshé en su cántico del mar (Shirat Haiam) que habría de ser inmortalizado por el pueblo judío en sus diarias oraciones:
“Cantaré yo al Señor….
El Señor es mi fortaleza.
Y heme sido Salvación
Es mi Ds'', y lo ensalzaré
El Ds' de mis padres y lo elevaré...
El enemigo dijo:
Perseguiré, prenderé, repartiré: despojos.
De ellos mi alma se henchirá....
Soplaste con tu viento, cubrirlos la mar
Hundieron sé como plomo en las impetuosas aguas
Quién como tú, Señor, entre los dioses?
Quién como tú, magnífico en Santidad
Terrible en loores, hacedor de maravillas
El Señor reinará por los siglos de los siglos”. (XV)
Es absolutamente imposible traducir la majestuosidad del cántico, en el cual se encierra toda la belleza de la expresión hebrea. Toda traducción no hace sino empequeñecer y oscurecer al original, al magno sentado de las palabras de Moshé.
La Shirá (cántico) empieza con AZ (entonces):
אז ישיר משה
El Midrash sobre éste versículo nos dice curiosamente:
במה שחטא - בזה קילם חטא באז שנאמר: "ומאז באתי" באז שנאמר: אז ישיר משה"
"Con lo que Moshé pecó, con aquello Moshé alabó. Pecó con AZ: “Y desde entonces (AZ) vine al Faraón" y alabó con AZ: "Entonces cantó Moshé".
El primer Az de Moshé fue realmente fruto de su amargura. Moshé se dirige al Faraón pidiéndole la liberación de su pueblo, más lo que realmente sucede es bien distinto. La esclavitud aumenta aún más, y el trabajo de los hijos de Israel es cada día más duro. El Faraón trata por todos los medios de reprimir todo intento o sueño de libertad y reprime oprimiendo. Entonces Moshé se subleva. Moshé comprende que se está realizando un plan divino, sabe que la promesa del Señor se cumplirá, más su sentimiento lo traiciona:
"Señor, por qué afliges a este pueblo para que me enviaste? Porque desde entonces yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo, y Tu tampoco has librado a tu pueblo" (Shmot II,22-23).
El Midrash nos dice que estas palabras fueron en boca de Moshé, su pecado. Enseguida oímos la revelación divina que le habla de Abraham, Isaac y Jaacob, y el Midrash replica:
"Aquellas generaciones a pesar de sus muchas pruebas no dudaron. Aquellos a quienes hemos perdido más no olvidado”.
El sentimiento está pues representado por el"AZ” el "entonces”.
Esa elevación momentánea que se alcanza, esa ascensión, es la esencia misma del sentimiento. Más aquí el sentimiento traicionó a Moshé, la elevación momentánea puede a veces ocultar la unión eterna. Más ello no oculta el verdadero sentido del sentimiento, y el Midrash nos agrega:
"Con aquello que pecó, con aquello alabó".
"El sentimiento nos ha legado la Shirat Haiam que sería inmortalizada y se transformaría en una de las diarias oraciones del pueblo judío. El sentimiento es una de las partes de la Torá: “Entonces cantó". Nuevamente el sentimiento, el Az.
No trata la Torá de ninguna manera de extirpar uno de estos dos principios, entendimiento y sentimiento, en beneficio del otro. Por el contrario, son complementarios y ambos son parte del espíritu judío integral.
El hombre necesita del frío entendimiento y de sus impetuosos sentimientos pues ambos son los principios de su personalidad.
Más aquí llegamos nuevamente al otro aspecto del sentimiento. El Talmud nos dice que losהángeles no elevaron sus cánticos sobre los milagros del Mar, pues el Señor exclamó:
“מעשה ידי טובעין בים ואתם אומרים שירה לפני"
“Las criaturas de mis manos se ahogan en el mar, y vosotros elevaréis los cánticos". (Sanhedrin XXXIX, 2).
El Talmud nos dice especificando aún más que a pesar que Ds' no se alegró, a otros alegró. Es decir, dos son los aspectos de esta epopeya, y dos sentimientos deberían aparecer.
El sentimiento de elevación por el triunfo del bien, y la salvación, más también el sentimiento de que el ideal no se ha logrado, y que no podemos alegrarnos al ver como los hombres, aún siendo los malvados se ahogan en las aguas.
El hombre debe sentir su elevación, el bien triunfa. Más allí en las alturas, nos muestran que el Señor no desea la muerte del malvado, sino su retorno y su vida.
“כי לא אחפוץ במות המת, כי אם בשובו מדרכו וחיה"
No se desea la muerte, sino la vida. La VIDA ETERNA en todos los mundos.