Nuestro capítulo sintetiza la lista de los reyes de la tierra que fueron vencidos por el pueblo de Israel. En este listado figuran tanto los reyes de la ribera oriental del Iardén como los de la ribera occidental, a fin de indicar que ambas forman parte de la tierra de Israel y conforman una continuidad que fue conquistada por los líderes de Israel.
La Parashá (sección) Vaetjanan (Devarim capítulo 3) comienza con la descripción de los ruegos de Moshé a Dios a fin de cruzar el Iardén para ver la tierra buena, sin embargo Dios se niega a dejarlo pasar y le prohíbe volver a formular la solicitud.
A Moshé se le ordena, como sustituto de esto, que ascienda a la montaña de Haabarim y contemple la tierra: “Asciende a la cima de Pisgá, alza tus ojos hacia el occidente y hacia el norte y hacia el sur, y hacia el oriente y mira con tus ojos, ya que no habrás de pasar el Iardén, este” (Devarim capítulo 3, versículo 27). Teníamos la expectativa de que Moshé mirara en dirección hacia el norte, oeste y sur, sin embargo ¿por qué él debe mirar hacia el este que se halla a sus espaldas? ¿Acaso no está claro, aparentemente, que la ribera oriental del Iardén no forma parte de la tierra santa?
Si dicen que no se debe ser tan mezquino y que se trata de una expresión trivial que incluye a los cuatro puntos cardinales, he aquí que en el final del libro Devarim, en el momento en que concretamente Moshé ascendió al monte Haabarim, dice explícitamente “y le hizo contemplar Adonai toda la tierra, el Guilad hasta Dan” (Devarim, capítulo 34, versículo 1)
Se ve claramente que también el Guilad y la ribera oriental del Iardén son parte de la tierra santa de Israel, pero la tierra aún no fue santificada hasta que los hijos de Israel conquistaron la ribera occidental del Iardén, denominada en la Torá como “la tierra de Kenaan”.
Lo que refleja una evidencia contundente a este argumento es el detalle de los reyes que fueron derrotados por el pueblo de Israel, que es citado en nuestro capítulo. Todos son denominados “reyes de la tierra” pero se dividieron entre la ribera del Iardén oriental y occidental. Mientras tanto, Yehoshua continuó lo que inició el mismo Moshé Rabenu cuando conquistó parte de la tierra de Israel.