התנך | אתר התנ"ך של מכללת הרצוג

1Así dice el Señor: "El pueblo de los que escaparon de la espada ha hallado gracia en el desierto (a Mis ojos): iré a darle descanso a Israel."
2Desde lejos el Señor se me apareció, (y dijo): "Con amor eterno te he amado, por tanto te he extendido misericordia.
3Otra vez te edificaré, y tú serás edificada, oh virgen de Israel. Otra vez adornarás tus panderos, y saldrás en las danzas de los que hacen alegrías.
4Otra vez plantarás viñas sobre las montañas de Shomrón; las plantarán los plantadores, y comenzarán a gozar su fruto.
5Porque vendrá el día en que los atalayas sobre el monte de Efráim, clamen: "Levantaos, y subamos a Tsión, al Señor nuestro Dios!"
6Porque así dice el Señor: "¡Cantad con regocijo por causa de Yaacov, y prorrumpid en gritos de alegría al frente de las naciones! Publicad (la nueva), alabad y decid: "¡Oh Señor, salva a Tu pueblo, el resto de Israel!"
7He aquí que Yo los traeré de la tierra del norte, y los recogeré de las partes más lejanas del mundo; entre ellos vendrán el ciego y el cojo, la preñada y la parturienta juntamente; en asamblea grande volverán acá.
8Con lloro (de alegría) vendrán, y con misericordia Yo los conduciré; los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino recto en que no tropezarán: porque (ahora) soy un Padre de Israel, y Efráim es Mi primogénito.
9Escuchad la palabra del Señor, oh naciones, anunciadla también a las islas lejanas, y decid: "El que esparció a Israel, le recogerá y le guardará, como un pastor su grey."
10Porque el Señor ha rescatado a Yaacov, y le ha redimido de mano de uno más fuerte que él.
11Vendrán, pues, y cantarán sobre la cumbre de Tsión: y afluirán hacia la beneficencia del Señor, hacia el trigo, y el mosto, y el aceite, y las crías del ganado menor, y de la vacada: y será su alma como un jardín bien regado, y nunca más tendrán dolor.
12Entonces la virgen se regocijará en la danza, y a una los mancebos y los ancianos; pues cambiaré su duelo en alborozo, y los consolaré, y los alegraré en su tristeza.
13Y saciaré,de grosura el alma de los sacerdotes, y Mi pueblo quedará satisfecho de Mi beneficencia, dice el Señor.
14Así dice el Señor: Se oye una voz en Ramá: lamentación, llanto amargo: Rahel llora a sus hijos, rehúsa ser consolada acerca de sus hijos, porque ya no existen.
15Así dice el Señor: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos, de lágrimas; porque será premiado tu trabajo, dice el Señor; pues ellos volverán de la tierra del enemigo:
16de modo que hay esperanza para tu porvenir, dice el Señor; y volverán los hijos a su tierra propia.
17He escuchado atentamente a Efráim que así se lamentaba: "Tú me castigaste, y yo fui castigado como novillo indómito. Hazme volver, y yo me volveré, porque Tú eres el Señor, mi Dios.
18Ciertamente después que me volví (a Ti), me he arrepentido, y después que fui enterado (de mi pecado) me golpeé el muslo (de arrepentimiento); estoy avergonzado y también confundido, porque llevo el oprobio de mi juventud.
19¿No es Efráim para Mí un hijo querido? ¿No es un niño precioso? Pues cuantas veces hablo de él, Me acuerdo de él con ternura todavía; por tanto Mis entrañas se conmueven por él; ciertamente tendré compasión de él, dice el Señor.
20Ponte señales; asienta para ti pilares; dirige tu atención hacia la calzada, el camino por donde fuiste. ¡Vuelve, oh virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades!
21¿Hasta cuándo andarás de acá para allá, oh hija obstinada? Pues el Señor va a crear cosa nueva en la tierra: la mujer cortejará al hombre.
22Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Otra vez dirán en la tierra de Yehudá y en sus ciudades, cuando Yo hiciere tornar su cautiverio: ¡El Señor te bendiga, oh habitación de justicia, oh monte Santo!
23Y habitarán en ella Yehudá y todas sus ciudades juntamente; labradores y los que andan con rebaños.
24Porque Yo saciaré el alma cansada, y toda alma desfalleciente la llenaré (de bien)."
25En eso desperté, y miré; y me había sido dulce mi sueño.
26He aquí que vienen días, dice, el Señor, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Yehudá con simiente de hombres, y con simiente de bestias.
27Y sucederá que de la manera que Yo velaba sobre ellos para arrancar, y derribar, y para demoler, y para destruir, y para afligir, así velaré sobre ellos para edificar y para plantar, dice el Señor.
28En aquellos días no dirán más: "Los padres comieron agraces, y los dientes de los hijos sufren la dentera."
29Antes bien, cada uno morirá por su propia iniquidad; todo aquel que coma el agraz, él mismo sufrirá la dentera.
30He aquí que vienen días, dice el Señor, en que renovaré con la casa de Israel y con la casa de Yehudá el pacto (Mío),
31no según el pacto que hice con sus padres en el día que los tomé de su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; pacto Mío que ellos quebrantaron, aunque Yo me había desposado con ellos, dice el Señor,
32sino que éste será el pacto que haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré Mi ley en sus entrañas, y en su corazón la escribiré; y Yo seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo;
33y no enseñarán más cada cual a su compañero y cada cual a su hermano, diciendo: "¡Conoced al Señor!", porque todos ellos Me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor de ellos, dice el Señor; porque Yo perdonaré su iniquidad, y no Me acordaré más de sus pecados.
34Así dice el Señor, el que estableció el sol para luz del día, y las leyes de la luna y de las estrellas, para luz de la noche; el que hiende el mar, y se ponen en consternación sus olas, el Señor de los ejércitos es Su Nombre;
35Si estas leyes se apartaren de delante de Mí, dice el Señor, entonces la simiente de Israel también podrá cesar de ser nación delante de Mí perpetuamente."
36Así dice el Señor: "Si pudieran medirse los cielos arriba y escudriñarse los cimientos de la tierra abajo, así es posible que Yo deseche toda la simiente de Israel, aun después de todo lo que ellos han hecho, dice el Señor."
37He aquí que vienen días, dice el Señor, en que la ciudad será edificada para el Señor, desde la torre de Jananel hasta la puerta de la Esquina:
38y el cordel de medir seguirá derechamente adelante, hasta la colina de Garev, y dará la vuelta hasta Goá.
39Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el torrente de Quidrón, y hasta la esquina de la puerta de los Caballos, hacia el oriente, serán santidad al Señor. (La ciudad) no será arrancada, ni derribada para siempre jamás.

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Irmiahu

La consagración de Irmiahu

La traición del pueblo

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El enemigo del norte y los pecados del pueblo

Confianza ciega en el templo

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Lamentaciones por la destrucción, reprimenda social y religiosa

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La violación del pacto y el hostigamiento al profeta

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El episodio del cinto y la parábola del infame

Lamentación de Dios por la destrucción

El episodio del cinto y la parábola del infame

Rechazo Divino de la salvación

Prohibición de casamiento para Irmiahu

Confianza en Dios y observancia del Shabat

El episodio del alfarero

El episodio de la botella

El arresto y el reclamo de Irmiahu

El castigo para Tzidkiahu y Ierushalaim

Reproche a los reyes de Iehudá

Reprimenda a los pastores y profetas

La visión de los higos

La destrucción-un hecho consumado

Profecía en la casa de Dios

El episodio de las coyundas y los yugos

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Irmiahu frente al profeta Jananiá

El libro para los exiliados de Iehoiajín

El retorno de Israel a su tierra

La redención de Shomrón y Iehudá

Adquisición del campo

La redención de Iehudá

El pacto de la liberación de los esclavos

La casa de los rejavitas

Escritura de las profecías en el libro

El encarcelamiento de Irmiahu y sus profecías a Tzidkiahu

Destrucción de Ierushalaim y liberación de Irmiyahu

Gobierno de Guedaliahu y su asesinato

El descenso del remanente a Egipto

Castigo para Egipto

Castigo para Egipto

Reproche a los residentes en Egipto

Profecía para Baruj Ben Neria

Castigo para Egipto

Castigo para Pleshet

Castigo para Moav

Castigo para distintos pueblos

Castigo para Babel

Castigo para Babel

Destrucción del Templo y de Ierushalaim