Linea de tiempo
1 Shmuel
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1
Janá y Shmuel, Elí y sus hijos
Elí
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3
La consagración de Shmuel
Elí
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4
La guerra de Even Haezer (1)
Elí
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5
El Arca en manos de los pelishtim (filisteos)
Los traslados del Arca
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6
La devolución del Arca a Israel
Los traslados del Arca
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7
La guerra de Even Haezer (2)
Shmuel
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8
La solicitud del rey
Shmuel
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9
Buscó asnos y encontró un reinado
Shmuel
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10
La coronación de Shaúl
Shmuel
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11
La guerra contra Amón
Shaúl
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12
El discurso de despedida de Shmuel
Shaúl
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13
La guerra de Shaúl y Ionatán contra los pelishtim (filisteos)
Shaúl
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15
La guerra contra Amalek
Shaúl
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16
La unción de David
Entre Shaúl y David
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17
La batalla de David y Goliat
Entre Shaúl y David
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18
Los celos de Shaúl con David y sus intentos de eliminarlo
Entre Shaúl y David
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20
El pacto de David y Ionatán
Entre Shaúl y David
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21
David en Nov y en Gat
Entre Shaúl y David
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22
La matanza de los Cohanim (Sacerdotes) de Nov
Entre Shaúl y David
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23
David en Keila y Zif
Entre Shaúl y David
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24
El episodio de la cueva
Entre Shaúl y David
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25
El episodio de Naval y Avigail
Entre Shaúl y David
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26
El episodio de la espada y del cántaro de agua
Entre Shaúl y David
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27
David con Ajish rey de Gat
Entre Shaúl y David
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28
Shaúl y la pitonisa
El final del reinado de Shaúl
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29
El rechazo de David por parte de los pelishtim (filisteos)
El final del reinado de Shaúl
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30
La guerra de David contra Amalek
El final del reinado de Shaúl
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31
La muerte de Shaúl y sus hijos
El final del reinado de Shaúl
1 Shmuel 8 Versículo 1
Continua Don Isaac Abarbanel diciendo que el motivo por el cual nos relata que Shmuel era anciano, es para que entendamos la razón por la cual nos dice que Shmuel puso a sus hijos como jueces, pues, a causa de su avanzada edad, ya no poseía la fuerza para trasladarse de ciudad en ciudad para juzgar al pueblo, tal como lo hacía hasta ahora.
Daat Mikrá explica, que acorde a la legislación judía, todos los cargos son heredados a los hijos, siempre y cuando éstos sean dignos de ocupar semejante escaño. Pues en caso de igualdad de condiciones con otro individuo, el hijo del anterior juez o líder, tendrá la supremacía con respecto a otro que esté a su nivel, pues lo más probable es que él continuará la línea de su padre y además estará más pormenorizado de las exigencias y diligencias del cargo a asumir pues ya lo vivió en su casa desde pequeño al ver la labor de su padre.
1 Shmuel 8 Versículo 2
Con respecto al adjetivo: segundo, Daat Mikrá, dice que puede referirse a que se trataba del hermano menor, o también que se trataba del hermano que estaba segundo en el rango, es decir, el primero y más predominante en el tribunal era Yoel, y Abihá era el segundo en el rango.
Tel Beersheva en la actualidad
Lo primero que nos señala el comentarista Radak, es que, a diferencia de su padre, tanto Yoel como Abihá, no recorrían de ciudad en ciudad para juzgar al pueblo, sino que se asentaron cómodamente en la ciudad de Beersheva que era una ciudad que estaba justamente en el extremo sur del territorio de Israel, de esta forma, los que vivían en el resto del país, o tal vez en la zona norte (que era la más fértil y más densamente poblada) debían trasladarse durante días para poder acceder a ser juzgados por los hijos de Shmuel. Más aun dice Radak, si al menos uno de los dos se hubiera asentado en una de las ciudades del norte y el otro en el sur, no hubiera sido tan grave, pues quedaría clara la buena intención de los hijos de Shmuel: cada uno estaba en uno de los extremos del país, de forma tal que el pueblo pudiera acercarse al que le quede más cercano, pero al asentarse juntos en el extremo sur, es algo que no puede ser bien visto. Y precisamente este fue el grave error que cometieron los hijos de Shmuel tal como dice en el próximo versículo.
El motivo por el cual eligieron esa ciudad para asentarse, es porque Beersheva era una ciudad importante, allí vivieron los patriarcas. Acorde a la opinión de Daat Mikrá, estaba ubicada a unos 5 kilómetros al este de la actual ciudad de Beersheva.
1 Shmuel 8 Versículo 3
Don Isaac Abarbanel cuestiona el motivo por el cual los hijos de Shmuel no fueron castigados como lo fueron los hijos de Eli y dice que esto fue por dos motivos: 1) porque la transgresión de los hijos de Eli, era algo sabido y de público conocimiento, mientras que el error de los hijos de Shmuel no era algo visible o que todos lo supieran; prueba de ello es que Shmuel no supo nada sino hasta que los ancianos de Israel se lo dijeron. 2) Los hijos de Eli eran sacerdotes, y todo Israel debía pasar por ellos para acceder al santuario, y ellos ocasionaron que el pueblo deteste ir al tabernáculo y abandone las ofrendas de Dios.
Ese fue el motivo por el cual Dios le recrimina a Eli, pues él sí sabía lo que estaba pasando y la gravedad del tema, y a pesar de ello, él no hizo nada.
Shmuel en cambio, no supo nada, y apenas se enteró, inmediatamente los destituyó y los entregó para que sean juzgados, es lo que dice: y en cuanto a mis hijos, están en sus manos (12:2)
1 Shmuel 8 Versículo 4
Daat Mikrá sostiene que cuando dice ancianos de Israel se refiere a los jefes de las tribus que eran los jefes del ejército y los líderes regionales.
1 Shmuel 8 Versículo 5
Acorde a la opinión de Maimónides, en Hiljot Melajim determina categóricamente que el establecimiento de un rey es uno de los 613 preceptos bíblicos.
Los sabios del talmud dijeron que tres cosas tenían prioridad al ingresar a la tierra de Israel: Primero: debían designar un rey sobre ellos Segundo: destruir a la simiente de Amalek y, Tercero: construir el Templo.
Una vez aclarado esto podemos comenzar con la exégesis del versículo.
Lo primero que notamos es un tono poco decoroso y un tanto grotesco para dirigirse al profeta Shmuel, quien había dedicado todos los años de su vida al pueblo y que había hecho retornar la profecía al pueblo de Israel, tal como había dicho al principio del libro en el capítulo 3: El joven Shmuel servía al Señor en presencia de Elí. La palabra del Señor escaseaba en aquellos días, las visiones no eran frecuentes … Y todo Israel, desde Dan hasta Beer Sheba, supo que Shmuel había sido confirmado como profeta del Señor. Y el Señor se volvió a aparecer en Shiló; porque el Señor se revelaba a Shmuel en Shiló por la palabra del Señor. No es muy decoroso o respetuoso dirigirse al líder y al profeta diciéndole que él ya está viejo…
Los comentaristas, fueron conscientes de este punto y hay quienes tratan de suavizar los dichos explicando cuál fue la intención de sus palabras. Así, Radak dice que la finalidad era expresarle a Shmuel que, a causa, de su avanzada edad, él ya no podía seguir yendo de una ciudad a otra para juzgar al pueblo, y por ser que sus hijos no iban en sus caminos, por lo tanto, se hacía imperioso designar a alguien que lo pueda reemplazar.
Otro punto erróneo en la actitud de los ancianos de Israel, es la falta de respeto hacia Shmuel, su abnegado líder y profeta de Dios. Pues si bien, ellos vinieron a plantearle el problema a Shmuel, deberían haber esperado su respuesta. Pero en lugar de eso, ellos plantearon el problema, no esperaron una respuesta o reacción de Shmuel, sino que directamente le comunicaron lo que habían decidido, sin siquiera darle a Shmuel la posibilidad de proponer una alternativa.
Si bien en Bereshit, cuando Yosef es consultado por el Faraón para que le interprete sus sueños, allí Yosef da su opinión y consejo de qué es lo que se debía hacer, a pesar que el Faraón no le había preguntado; allí Yosef actuó de esa manera, pues era sabido que el Faraón era un líder villano que no velaba por el bienestar de su pueblo, en ese caso, sí es loable opinar sin que se lo pidan, pero cuando se trata de un buen líder, que es bueno con el pueblo y que es sabio, en ese caso, se debe esperar primero la opinión de él o máximo sugerirle muy sutilmente, pero de ninguna manera no debe apresurarse a hablar sin que él se lo pida.
La opinión de los comentaristas está dividida, si bien todos coinciden en que el pueblo actuó mal al pedirle a Shmuel que establezca un rey, no todos concuerdan con el error específico. Así Maimónides, en Hiljot Melajim, capítulo 1:3, dice que, no es que el pueblo se propuso cumplir con el precepto de establecer un rey y para ello se dirigieron a Shmuel, sino que el verdadero motivo por el cual exigieron un rey es porque ya estaban hastiados de Shmuel y su liderazgo. Ellos no querían más ese sistema de Shofetim, en el cual, todo tiempo que el pueblo se encaminaba tras de Dios, entonces el Señor, les hacía surgir un buen Shofet que los salvaba de sus enemigos, (a veces en forma milagrosa) sin necesidad de poseer un ejército activo y estable. El pueblo no quería más esa incertidumbre, sino que pretendían tener un rey que organice un ejército activo y poderoso y que él los proteja de los ataques enemigos, independientemente del comportamiento moral y ético del pueblo.
Otros dicen que el motivo por el cual pidieron un rey era para poder permitirse hacer todo tipo de cultos paganos como los demás pueblos.
El comentarista Ran, dice que el motivo por el cual Dios se enfadó con ellos, es porque el pueblo pretendió cambiar las facultades del rey judío. Ran especifica, que el Shofet, es el que tiene el atributo de juzgar y hacer prevalecer la justicia. El rey tiene la potestad de gobernar, de dirigir una guerra o la relación con los demás países, algo así como la necesaria diferencia entre el poder judicial y el poder ejecutivo. Pero el pueblo de Israel, en su pedido a Shmuel, adulteró esta sutil, pero fundamental diferencia, y decidió que el rey sería también el que juzgue, es decir, el poder ejecutivo y judicial en uno solo, es por eso que dicen: un rey para que nos juzgue.
Najmánides, en cambio, sostiene que el error fue el hecho de haber pedido un rey en momentos que contaban con Shmuel que era su líder. Es decir, la necesidad de un rey es la mejor y más real solución, siempre y cuando no haya quién pueda liderar al pueblo, pero, si tienen a un líder como Shmuel, que es un profeta, es él quien ejerce el cargo de rey de hecho, tal como lo fueron en su momento Moshé y Yehoshua.
Otros sabios (Toseftá Sanedrín) sostienen que el problema fue que pidieron un rey para que los juzgue como los demás pueblos, es decir, el deseo era asimilarse a los demás pueblos y sus costumbres. Ya no querían conducirse acorde a las leyes de la Tora, sino más bien, regirse por las leyes civiles de los demás pueblos. Esta explicación pone hincapié en lo que dice: para que nos juzgue, como todas las naciones, pues si bien la Tora dice: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean en ningún momento dice: para que nos juzgue, como todas las naciones. En el tratado de Sanedrín página 20 folio b, dice que los sabios de aquella generación pidieron correctamente, pero fue el populacho el que agregó el tema de ser como las demás naciones.
Esto es muy malo a los ojos de Dios y de Shmuel, pues en varios lugares de la Tora y los profetas hablan acerca de no encaminarse en las leyes de los demás pueblos, sino conducirse por los mandamientos y reglas que establece la Tora: Vaikrá 18:1 Y el Señor habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Yo soy el Señor, vuestro Dios. No haréis como los actos que hacen en la tierra de Egipto en la cual morasteis, ni haréis como los actos que hacen en la tierra de Canaán adonde Yo os llevo; no andaréis en sus estatutos.Habréis de cumplir Mis leyes y guardaréis Mis estatutos para guiaros según ellos; Yo soy el Señor, vuestro Dios.Y guardaréis Mis estatutos y Mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple; Yo soy el Señor.
Vaikrá 20:22 Y cuidaréis todos Mis estatutos y todas Mis leyes, y los cumpliréis, a fin de que no os vomite la tierra a la cual os llevo para morar en ella.No andaréis en los estatutos de la nación que Yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y Yo los aborrecí.Por eso os he dicho: 'Vosotros poseeréis su tierra, y Yo mismo os la daré para que la poseáis, una tierra que mana leche y miel.' Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os he diferenciado de los demás pueblos.… Me seréis, pues, santos, porque Yo, el Señor, soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
Iejezkel 20:10 Los saqué, de la tierra de Egipto y los llevé al desierto.Les di Mis estatutos y les hice conocer Mis Leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple.También les di Mis días de reposo por señal entre ellos y Yo, para que supieran que Yo soy el Señor, el que los santifica.Pero la casa de Israel se rebeló contra Mí en el desierto; no anduvieron en Mis estatutos y desecharon Mis Leyes, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y Mis días de reposo profanaron en gran manera. Entonces decidí derramar Mi furor sobre ellos en el desierto, para exterminarlos.Pero actué en consideración a Mi Nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado.También les juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras,porque desecharon Mis decretos, no anduvieron en Mis leyes y profanaron Mis días de reposo, porque su corazón se iba tras sus ídolos.Sin embargo, Mi ojo los perdonó para no destruirlos, y no los he exterminado en el desierto.Y dije a sus hijos en el desierto: No vayáis tras los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos.Yo soy el Señor, vuestro Dios; andad en Mis estatutos, guardad Mis leyes y ponedlos en práctica.Y consagrad Mis días de reposo; y que sean una señal entre Yo y vosotros, para que sepáis que Yo soy el Señor, vuestro Dios. Pero los hijos se rebelaron contra Mí, no anduvieron en Mis estatutos, ni tuvieron cuidado de cumplir Mis leyes.
Daat Mikrá despierta nuestro interés en un punto importante: ¿Cuál era la situación geopolítica reinante en el pueblo de Israel cuando pidieron un rey? Y responde que, no solo la situación de que los hijos de Shmuel no eran dignos de sucederlo en el cargo, sino también la difícil situación que estaba el pueblo sumido. Más adelante esto se describe más detalladamente en el capítulo 9:16 Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Biniamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre Mi pueblo Israel, y él librará a Mi pueblo de la mano de los Pelishtím. Porque Yo he visto la aflicción de Mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta Mí
Más aun, en el capítulo 12:12 dice Shmuel: Cuando visteis que Najash, rey de los hijos de Amón, venía contra vosotros, me dijisteis: "No, sino que un rey ha de reinar sobre nosotros", aunque el Señor, vuestro Dios, era vuestro rey. De todo esto vemos que la situación del pueblo de Israel era muy apremiante y fue tal vez ello lo que los llevó, tal como dice Maimónides, el verdadero motivo por el cual exigieron un rey es porque ya estaban hastiados de Shmuel y su liderazgo; en el cual, todo tiempo que el pueblo se encaminaba tras de Dios, entonces el Señor, los salvaba de sus enemigos, (a veces en forma milagrosa). El pueblo no quería más esa incertidumbre, sino que pretendían tener un rey que organice un ejército activo y poderoso y que él los proteja de los ataques enemigos, independientemente del comportamiento moral y ético del pueblo.
Es importante también mencionar las cinco similitudes que hay entre un rey y un Shofet:
1. Tanto el Shofet como el rey son nombrados como tal por el sanedrín y todo el pueblo de Israel los adopta como tal. Ejemplos de esto figuran en todo el Tanaj, tanto en los Shofetim, como Guideón (Shofetim 8:22) como entre los reyes.
2. Tanto el Shofet, cualquiera de los mencionado en el libro de Shofetim, como el rey eran los encargados de llevar al pueblo a la guerra y hacerlos triunfar por sobre sus enemigos, tal como dice acerca de Otniel en Shofetim 3:10. O como dice acerca del rey en Shmuel I 8:20.
3. Tanto el Shofet como el rey, disponían de la facultad de aplicar castigos extraordinarios a pesar que no estén contemplados en las leyes de la Tora. Todo esto con el fin de poder preservar la calma social y acorde a la necesidad del momento, como por ejemplo Guideón en Shofetim 8:6, o Iftaj en Shofetim 12:4-5. Con respecto a los reyes, también el rey David actuó de esta manera al ordenarle a su hijo Shelomó ajusticiar a aquellos que lo han tratado mal, o al mandar a matar al fugitivo que le informó que él mismo había matado al rey Shaul, a pesar que no había testigos de eso.
4. Tanto al Shofet como al rey se le debe respeto y honor, y todo aquel que se rebele contra sus palabras, tiene pena de muerte.
5. Tanto en la época de los Shofetim como la de los reyes, se sucedían uno tras otro, es decir, al morir un Shofet, inmediatamente surgía otro (no necesariamente un familiar) que lo continuaba. Gracias a eso es que podemos calcular el paso de los años. Pues vamos calculando los años de cada Shofet y de esa manera podemos calcular cuánto tiempo pasó desde una época hasta la otra.
Las diferencias entre los Shofetim y los reyes, también son cinco:
1. Los reyes debían ser ungidos. El tema de la unción tiene cinco características:
a. Solamente un profeta tiene la facultad de ungir a un rey
b. Solamente es ungido un rey que no posee linaje real. Mientras que los hijos de reyes no precisan ser ungidos para convertirse en rey, salvo caso que haya habido algún cuestionamiento a su estatus de heredero de la corona, como fue el caso de Shelomó.
c. Se lo unge con un aceite especialmente utilizado para unción. (solamente a los reyes de la dinastía de David se los ungía con este aceite, mientras que a los reyes de Israel que procedían de otro linaje se los ungía con otro aceite distinto)
d. La forma de ungirlos. Los reyes eran ungidos haciendo la forma de una corona en su frente y luego se derramaba aceite en su cabellera.
e. El lugar en donde eran ungidos los reyes de la dinastía de David, era siempre en Jerusalem, al lado de algún manantial.
Los Shofetim, en cambio, no precisaban ser ungidos.
2. Las facultades del rey eran solamente a nivel político, para el normal desarrollo social. Otra facultad distintiva del rey era velar por la protección del pueblo ante sus enemigos, guerras o ataques. Y en base a eso podía el rey estipular edictos y ordenanzas independientemente de lo que la Tora ordenó.
El Juez, en cambio, su función primordial era juzgar al pueblo acorde a las ordenanzas de la Tora.
El rey podía anular una ordenanza de un juez, mientras que un juez no puede contradecir al rey o sus edictos reales.
3. Sobre el rey recaen una serie de preceptos de la Tora que rigen solamente para un rey y no para un Shofet. Por ejemplo, la Tora estipula que el rey no podía tener muchas mujeres, como así tampoco demasiados caballos ni poseer demasiado oro. Debía escribir para sí mismo un sefer Tora y llevarlo con él a todos lados. Todo esto para que el rey no caiga en excesos o se crea demasiado poderoso, sino que siempre esté supeditado a las ordenanzas de la Tora. Los Shofetim, en cambio, no precisaban de eso, pues su función primordial era velar por el cumplimiento de las leyes de la Tora.
4. Los beneficios y derechos que la Tora le otorga al rey son distintos de los que poseían los Shofetim. En su mayoría tienen que ver con el honor del rey y sus pertenencias.
Así también, el rey poseía la facultad de imponer impuestos.
5. Desde el mismísimo momento en que el rey era ungido, desde ese momento sus descendientes tienen derecho a sucederlo en el reinado. Mientras que los Shofetim no hacían heredar su rango o cargo a sus hijos.
1 Shmuel 8 Versículo 6
Shmuel, no responde, no quiere actuar impulsivamente, sino que se dirige a Dios para que le diga lo qué hacer.
1 Shmuel 8 Versículo 7
Al ser que han acudido a Shmuel y que no hayan designado ellos mismos un rey, demuestra que aún consideran que Shmuel es el que tiene la autoridad, es por eso que dice no te han despreciado a ti.
Hasta ahora, Dios les brindaba Su providencia y los conducía por los caminos que establece la Tora, pero ahora ellos quieren que sea un rey de carne y hueso, es por eso que Dios dice, que lo han despreciado a Él para que reine sobre ellos.
1 Shmuel 8 Versículo 8
1 Shmuel 8 Versículo 9
1 Shmuel 8 Versículo 10
Daat Mikrá recalca que la respuesta de Shmuel no va dirigida a los ancianos de Israel que fueron los que se habían dirigido a él en el versículo 4, sino que le habla a todo el pueblo en general, tal vez por lo que dijeron los sabios en el tratado de Sanedrín página 20 folio b, que los ancianos de aquella generación pidieron correctamente, pero fue el populacho el que agregó el tema de ser como las demás naciones.
1 Shmuel 8 Versículo 11
Lo primero que nos dice es que el rey podrá tomar a cualquier hombre para su servicio y beneficio personal, para propia honra o acentuar su reputación, y que sean su guardia de Honor o cosas por el estilo.
Malvim, sostiene que el objetivo de esta primera regla del rey es demostrarles que no será como ellos pretendían, que el rey les imparta leyes justas y éticas, no será así, sino que todo será para su propio provecho.
Daat Mikrá señala que comienza hablándole al pueblo que el rey tomará de sus hijos, pues éstos son la cosa más querida y valorada para todo hombre. Y dice: tomará, es decir, por la fuerza, no tendrán posibilidad de negarse.
correrán delante de su carruaje se refiere a una guardia de honor que iba delante del carruaje del rey, como hoy en día, las motos policiales que escoltan la limusina de algún presidente importante.
1 Shmuel 8 Versículo 12
1 Shmuel 8 Versículo 13
1 Shmuel 8 Versículo 14
El rey podrá disponer de las pertenencias de sus súbditos, no solo para él, sino para uso y servidumbre de sus ministros. No obstante, no se refiere a que puede enajenar los campos y quedárselos para él, sino al fruto de los campos, las cosechas, no obstante, deberá pagar a sus dueños por esos frutos, pero el dueño no podrá negarse a dárselas o quedárselas para él.
1 Shmuel 8 Versículo 15
Radak especifica, que, en el versículo anterior, con respecto a los vinos u olivares, podrá tomar todo lo que se le antoje, no obstante, con los demás productos, solo el 10%.
1 Shmuel 8 Versículo 16
El rey no hará diferencia entre personas libres o entre esclavos, entre adultos o jóvenes o entre animales, todo lo que precise o se le antoje podrá tomar.
1 Shmuel 8 Versículo 17
No solo tomará de las pertenencias del pueblo y de entre sus hijos, sino que todos pasarán a ser siervos y súbditos del rey, ya no serán más libres.
Malvim recalca, que en el versículo 15 cuando habla del diezmo de los granos, allí dice que se lo dará a sus ciervos, pero con respecto al diezmo de los animales (para enriquecerse), ahí dice que serán para él.
1 Shmuel 8 Versículo 18
Más aun dice Malvim, todo eso es producto de su propia elección, por lo tanto, Dios no los ayudará, pues ellos mismos eligieron ir por ese camino.
Daat Mikrá dice que repite dos veces la frase: en ese día, justamente para recalcar que de seguro llegará ese día, no es algo teórico, sino que lo experimentarán en la realidad.
1 Shmuel 8 Versiculo 19
Daat Mikrá dice que tal vez, el pueblo interrumpió groseramente a Shmuel y lo hicieron callar.
De este versículo podemos apreciar lo que dijo Maimónides, que el pueblo no quería escuchar más a Shmuel, no es que pidieron un rey para cumplir con el precepto de la Tora, sino que lo utilizaron de excusa para no tener que escuchar más a Shmuel y sus reproches al pueblo cuando actúan mal, sin ética o moral
1 Shmuel 8 Versículo 20
Malvim, analiza minuciosamente el versículo y nota una pequeña, pero gran diferencia, de lo que habían dicho al principio en el versículo 5, allí decían: desígnanos un rey para que nos juzgue como todas las naciones ahora dicen: nos juzgará nuestro rey, es decir, ya no pretenden que sean juzgados con las leyes de las demás naciones.
Además, aquí dicen: luchará nuestras batallas, es decir, velará por el bienestar general del pueblo, no solamente por su propio bienestar.
Además, ellos pensaban, no nos preocupa tanto que el rey tome nuestros hijos o pertenencias, pues si caemos ante nuestros enemigos, ellos de todas maneras se llevarán todo.
1 Shmuel 8 Versículo 21
Daat Mikrá agrega que Shmuel dice que escuchó todas las palabras del pueblo tal como Dios le había dicho en el versículo 7 Escucha la voz del pueblo en todo lo que te digan. Y entendió mejor su pedido.
Don Isaac Abarbanel dice que, nuevamente Shmuel se dirige a Dios para que le diga lo qué hacer y responder al pueblo.
1 Shmuel 8 Versículo 22
Daat Mikrá señala que antes Dios le había dicho que escuche sus palabras, ahora le dice que los escuche y que nombre un rey.
Se dirige a hombres de Israel que habían venido a pedir un rey, es decir, a los ancianos del pueblo.