Abarbanel argumenta una respuesta que mantiene los dos versículos en pie y sin contradicción. Él dice que se dividió la tierra de Cnaan en sectores (nueve y medio)(prueba de ello es lo que dice más adelante en el capítulo 18:8-10) sin establecer el tamaño final de cada sección y luego se echaba suerte para saber qué zona le tocaría a cada tribu, luego de saber qué zona le toca a cada tribu, entonces la tribu que era muy numerosa se le daba un territorio más extenso en esa zona y si por el contrario eran poco numerosos entonces se le establecía un territorio mas pequeño, pero siempre dentro de la zona que le tocó en suerte.

Los sabios del talmud (Baba batra 122ª) dicen que la tierra de Israel se repartió mediante Ruaj Hakodesh (inspiración Divina) por medio de los Urim Betumim (las piedras del pectoral del Sumo Sacerdote) y también echando suertes. ¿Cómo era posible las dos cosas? Habían dos cajas cerradas, una contenía cada uno de los nombres de las nueve tribus y media, y la otra caja contenía diez zonas de la tierra de Cnaan; el sumo sacerdote decía primero que tal tribu iba a recibir su heredad en tal zona y luego que decía esto, uno de los jefes de las tribus, sacaba sin mirar, un pergamino de cada caja, y salía exactamente lo que dijo el Sumo Sacerdote minutos antes. De esta manera quedaba demostrado que era por voluntad Divina que esa tribu se asiente en esa zona de la tierra.

No obstante, nos recalca que a los Leviim no les otorgó heredad entre ellos, y si preguntásemos ¿si descontamos la tribu de Levy entonces quedan 11 tribus? Para responder esta pregunta viene el próximo versículo.

Luego nos recalca: Y no les dieron porción alguna a los Leviim en la tierra, solo ciudades para vivir y espacios de tierra para su ganado y posesiones.  Los hijos de Israel les concedieron ciudades a los Leviim, no es que ellos recibieron tierras, sino que pertenecían a las tribus y les permitieron asentarse en ellas, destinaron esas ciudades en exclusividad para los Leviim, tal como lo estipula la Tora en Bamidbar 35:8

Malvim agrega que no solo se refiere a la manera en que dividieron la tierra sino también al hecho de darle a la tribu que era más numerosa un territorio más extenso y a la tribu que era poco numerosa le dieron un territorio más pequeño, también eso lo hicieron Tal como Dios le ordenó a Moshé.

Abarbanel sostiene que esto ocurre mientras aún estaban luchando.

Daat Mikra, señala que está escrito que vinieron ante Yehoshua en Guilgal y no dice ante Elazar el sacerdote y los jefes de las tribus, el motivo es porque todo esto sucede mientras aún están en la guerra y antes que se reúnan a dividir la tierra.

Además, lo hacen ante Yehoshua porque se trata de cumplir lo que Dios le aseguró a Caleb y ello no depende de echar suerte por el territorio.

Vienen a Guilgal, porque era en donde estaba la tienda de Yehoshua, antes de que pase el tabernáculo a Shiló.

Caleb ben Yefuné Hakenizí era de los que había mandado Moshé a espiar la tierra. Era también el jefe de la tribu de Yehudá y fue el primero en recibir heredad en la tierra de Israel.

Cuando dice: lo que el Eterno dijo a Moshé se refiere a lo que está escrito en  Bamidbar 14:24

Abarbanel explica que lo que Caleb le quiso decir a Yehoshua cuando le dice: Tú sabes lo que el Eterno dijo a Moshé, hombre de Dios, con respecto a mí y a ti se refiere a lo que Dios decretó, que toda aquella generación moriría en el desierto a excepción de Yehoshua y Caleb. Prefirió insinuarlo de esta manera y no decirlo en forma literal pues no quería recordar ante los descendientes de aquella generación el error que habían cometido sus padres.

le traje el informe (sincero) conforme a (la rectitud de) mi corazón Los sabios del Midrash (Bemidbar Rabba 16) dijeron que cuando los espías que había enviado Moshé se confabularon todos juntos para ponerse de acuerdo y traer un informe malo acerca de la tierra prometida, Caleb ante ellos dijo que él también actuaria así, esto lo hizo por temor a que lo maten, pero cuando estuvo ante Moshé, los contradijo y dijo la verdad, actuando con corazón sincero.

Es decir, no se dejó llevar por lo que dijeron los demás, ni temió al pueblo que querían lincharlo, sino que actuó de corazón y con fidelidad a Dios.

Abarbanel sostiene que se refiere a que a pesar que el informe de los demás espías hizo derretir el corazón del pueblo, Caleb en cambio se mantuvo fiel y no permitió que su corazón se atemorice, sino que confió en Dios y no se dejó llevar.

Abarbanel recalca que en Bamidbar 13:22 está escrito: “Y subieron por el desierto y llegó hasta Jebrón y allí estaba Ajimán, Sheshai y Talmón, los hijos del (gigante) Anak…”  debería haber dicho: “y llegaron” en vez de “y llegó” el motivo que lo dice en singular, es porque el resto de los espías temieron ir a Jebrón en donde estaban esos poderosos guerreros y solo Caleb tuvo la valentía y entereza de ir.

cuarenta y cinco años (atrás), desde que el Eterno dijo estas cosas a Moshé, en el tiempo que Israel andaba por el desierto Es decir que el castigo Divino de que morirían todos los de aquella generación, no recayó sobre Caleb, pues han pasado 45 años de ese suceso y Dios había dicho en aquella ocasión que deambularían por el desierto un total de 40 años hasta que muera el ultimo de aquella generación.

De los datos que aporta aquí Caleb, podemos deducir que esto sucedió a los siete años de haber ingresado a la tierra de Israel y que toda la conquista duró siete años hasta el momento que Yehoshua reparte la tierra a las tribus de Israel. Se arriba  a esa conclusión, pues Moshé envió a explorar la tierra al segundo año de haber salido de Egipto, y luego a causa del pecado de aquella generación deambularon 38 años por el desierto y en el año 40 de la salida de Egipto entraron a la tierra de Israel; si Caleb tenía 40 cuando lo envió Moshé, quiere decir que entraron a la tierra de Israel (38 años después) cuando Caleb tenía 78 años, y ahora dice que tiene 85, quiere decir que desde que entraron hasta ese momento han transcurrido 7 años.

Abarbanel explica que Caleb quiere dejar bien en claro que no desea la ciudad de Jebrón porque era una ciudad fácil y que ya la habían conquistado, sino todo lo contrario, era una ciudad que iba a ser difícil de conquistar, pero el objetivo de Caleb al pedir la ciudad de Jebrón, era en primer lugar que quede como señal que él se mantuvo fiel a Dios en el suceso de los espías y en mérito de ese accionar le fue dada esa ciudad;  y en segundo lugar, para que se cumpla el juramento que Dios hizo.

Y por ser que en el episodio de los espías Caleb había dicho: Dios está con nosotros, no os atemoricéis pidió justamente esta ciudad que era fortalecida y con fuertes guerreros, justamente para demostrar que no depende de la fuerza, sino de la voluntad de Dios. Es por eso que dice:  tal vez Dios esté conmigo y las pueda conquistar

tal como el Eterno dijo al ser que Dios lo dijo, es un hecho que va a conquistar la ciudad.

No obstante que Dios le prometió esa ciudad, los sabios quieren aprender de Caleb la actitud correcta que debe adoptar toda persona: a pesar que Dios le aseguró la ciudad, eso no quiere decir que debe actuar con altanería, engreído, sino que debe ser humilde y temeroso de Dios, es por eso que Caleb no lo da por hecho, sino que lo hace en modo de súplica: tal vez Dios esté conmigo y las pueda conquistar

La bendición de Yehoshua, hace alusión a que Dios esté con Caleb y pueda conquistar la ciudad a pesar de estar fortificada y haber en ella muchos valientes.

Más adelante en el capítulo 15:14 nos dice que efectivamente Caleb conquistó la ciudad de Jebrón tal como le concedió Yehoshua.

A pesar que anteriormente en el capítulo 11:21 dice: Y retornó en ese momento Yehoshua y destruyó a los gigantes (que habitaban) en las montañas, en Jebrón, no contradice lo aquí escrito, porque al ser que Yehoshua era el líder del pueblo, las escrituras se lo atribuyen a él, tal como cuando se dice que tal rey ganó la guerra, a pesar que los que lo hicieron en la práctica fueron sus soldados.

Daat Mikra, señala que en el próximo capítulo 15:13 nos dice: “Kiriat Arva, el padre del gigante, o sea Jebrón” aparentemente Arva era el jefe de los hombres fortachones, gigantes, que habitaban en aquel sitio. Como dijo en Bamidbar 13:22: “Y llegó hasta Jebrón y allí estaban Ajimán, Sheshai y Talmón, los hijos del (gigante) Anak.

El término hebreo: Kiriat quiere decir: Ciudad y fue llamada Arva en honor a aquel líder, como si dijera, la ciudad de Arva que era el jefe de los gigantes que allí vivían.

Abarbanel plantea que tal vez Arva no sea un nombre personal, sino que se trata del número 4 que en hebreo se dice Arva y el sentido del nombre: Kiriat Arva es: la ciudad de los cuatro (gigantes:   Ajimán, Sheshai y Talmón, y su padre Anak)

Y la tierra tuvo descanso de la guerra. Abarbanel sostiene que por cuanto que el pedido de Caleb fue durante la guerra, es por eso que concluye con este versículo, para decir que luego de la conquista ya no hubo más guerra.

Otra explicación es que justamente nos viene a decir que pudieron ocuparse del tema de la repartición de la tierra entre las tribus porque ya la tierra tuvo descanso de la guerra.