En el próximo capítulo veremos que en total la cantidad de habitantes de la ciudad de Hai eran 22.000 incluyendo mujeres, así que probablemente la población masculina era de unos 11.000 hombres, calculando que solo la mitad de ellos podrían combatir, vemos que fue muy  imprudente por parte de los espías pretender ir solo con 2.000 o 3.000 guerreros. Esta negligente por parte de los mensajeros se debe a que Dios no estaba con ellos, por lo tanto no veían las cosas con la nitidez e inteligencia estratégica que hubieran debido.

Cabe resaltar lo breve y conciso que es el versículo, esto nos insinúa que subieron e inmediatamente fueron derrotados. No dice que presentaron batalla ni nada, solo que huyeron. Malvim sugiere que apenas vieron que la gente de Hai (sin ayuda de las demás ciudades) salieron a su encuentro, inmediatamente se dieron a la fuga. Tal vez los guerreros de Israel hubieran esperado una actitud como la de los habitantes de Jericó, que temblaban de miedo ante Israel y ni se atrevieron a presentar batalla, y cuando ven la valentía y bravura de los hombres de Hai que no solo que no les temen, sino que ellos mismos salen de la ciudad para presentar batalla.

Abarbanel dice que el motivo de la descripción de la persecución y el lugar geográfico, es para demostrar la humillación a la que fueron sometidos los guerreros de Israel, que huían y los enemigos los perseguían desde zonas más altas por lo cual les era más fácil herirlos y arrojarles piedras hacia abajo donde estaban los de Israel corriendo por sus vidas. Lo que nos demuestra fehacientemente que Dios los había abandonado y no estaba con ellos.

Al decir que se derritió el corazón del pueblo como agua nos demuestra que no solo fue una derrota bélica, sino la moral de todo el pueblo se vino abajo, están aterrados, desahuciados y sin ánimo. 

“Se postró sobre su rostro a tierra” para implorar a Dios. A esta actitud se le sumaron los ancianos, es decir los líderes del pueblo y permanecieron así hasta la tarde, con ceniza sobre sus cabezas como señal de luto y desgracia.

Malvim organiza los argumentos de la súplica de Yehoshua en dos aspectos: en la antigüedad los pueblos salían a la guerra por uno de dos motivos: 1) ya sea porque saben que son más fuertes y pueden fácilmente hacerse de más territorio para ellos o 2) porque no tienen donde habitar y deben conquistar algún sitio donde asentarse. Entonces pregunta Yehoshua:” ¿Por qué hacer hiciste cruzar el Jordán a este pueblo para ser entregados en manos de los emoreos para que nos aniquilen?”  Si Dios los iba a entregar en manos de los Cnaanitas entonces para que los hizo cruzar el Jordán, y “¿Acaso no hubiera sido mejor permanecer del otro lado del Jordán?” si fuera que fue porque no tenían en donde asentarse, he aquí que ya tenían los territorios del otro lado del Jordán.

Abarbanel agrega que además Yehoshua argumenta que a causa del estado anímico del pueblo no podrán ganar ninguna batalla si Dios no los ayuda.

Si prestamos atención esta súplica de Yehoshua se parece mucho a la de Moshé cuando suplica para que Dios no destruya a todo el pueblo, ya sea cuando fue el suceso del becerro de oro como con Koraj. Allí los argumentos de Moshé son tres: 1) Perdonarlos por el mérito de los patriarcas. 2) Luego que Dios hizo tantos prodigios por ellos, si ahora los destruye, entonces, ocurrirá que todos esos milagros fueron en vano y 3) Perdonarlos para que no sea profanado el Nombre de Dios.

Así también Yehoshua al decir:

1. “¿Por qué hacer hiciste cruzar el Jordán a este pueblo?” Los hizo cruzar por la promesa que les hizo a los patriarcas de entregarles la tierra de Cnaan a sus descendientes.

2. “¿Qué puedo decir después que Israel ha dado la espalda (huido) al enemigo?” ¿Acaso fueron en vano todos los milagros que Dios obró por Israel los cuales ocasionaron que los habitantes de Cnaan teman a Israel?

3. ¿Qué será de Tu grandioso Nombre? Si aniquilan a Israel, será una profanación del Nombre Divino.

Esta expresión denota sumisión y reconocimiento del error.

Abarbanel dice que Dios le responde a cada punto que le pidió Yehoshua. Por un lado le dice que no es que Dios los abandonó, sino que Israel ha pecado, es por eso que no se trata de rezar sino de recomponer la situación para que Dios vuelva a estar con el pueblo y nuevamente gocen de la providencia Divina.

También Radak opina que no dependía de la súplica o perdón Divino, sino que el pueblo debía aleccionar al transgresor e inmediatamente el pueblo sería perdonado.

Abarbanel agrega que lo que agravó la situación es que lo que han hecho fue un pecado que atentaba contra el honor Divino, y que violaron una orden directa que les ha encomendado (por medio de Yehoshua).

Más aun, en Deuteronomio 7:25 dice: Sus imágenes esculpidas las quemarás a fuego y no codiciarás la plata o el oro que pudieran tener, apropiándotelos, no sea que caigas en la tentación, pues ello es una abominación para el Eterno tu Dios. No ingresarás a tu casa esas inmundicias, pues te harán a ti abominable…

Cuando dice: también han echado mano sobre lo consagrado, se refiere al manto de Babilonia, que debía ser quemado y fue tomado de entre las cosas a ser quemadas.

Cuando dice: también han hurtado, se refiere al oro y plata que debían haber sido llevadas al tesoro de Dios, pero en lugar de ellos lo han hurtado. A diferencia de robo que se hace a vista de todos, el hurto se hace a escondidas.

Cuando dice: también han mentido, se refiere a que probablemente Ajan habrá despertado la sospecha de algunos y al ser indagado lo negó.

Cuando dice: también lo han ocultado entre sus utensilios. Se refiere a que lo ocultaron para que nadie lo descubra. Han puesto entre sus cosas aquello que debería haber sido para Dios.

Daat Mikra, dice que en este versículo está repetida cinco veces la palabra: “También”, para recalcar la gravead de lo que han hecho.

Daat Mikra, opina que el motivo de la purificación es porque al otro día, Dios obrará con ellos de forma milagrosa, al seleccionar por tribu y por familia hasta encontrar al culpable.

El motivo por el cual no les dice en ese mismo día lo que sucederá al otro día una vez que estén puros, es para que Ajan no se dé cuenta y trate de armar todo tipo de artimañas para justificarse o negar la acusación.

Otros opinan que fue para darle tiempo a que tal vez Ajan se arrepienta y confiese su error.

Los comentaristas concuerdan que la selección de la tribu, familia. Etc. Fue realizada anta el arca de la alianza, por el Sumo sacerdote, mediante los “Urim betumim”- (las piedras preciosas que estaban en el pectoral que vestía el sumo sacerdote) delante de Yehoshua y todo el pueblo.

Malvim dice que el motivo por el cual debería ser quemado a fuego el culpable es porque la anatema, todo el botín de guerra de la ciudad de Jericó fue quemado como consagración a Dios, es por eso que el que tomó de ello, se quema también junto con el botín.

Abarbanel cita lo que dice en Debarim 7:26 “No traerás a tu casa nada que sea despreciable, pues tú también te convertirás en anatema” Al traer Ajan de la anatema de Jericó a su casa, él mismo se convirtió en anatema y sufrirá el mismo destino que ella.

Ha cometido dos faltas: una con respecto a Dios, por eso dice: “ha violado el pacto del Eterno” y otra con respecto al pueblo de Israel, que fue castigado por su culpa, por eso dice: “al cometer una iniquidad en Israel”

Se quema todas sus pertenencias junto con él, porque se le paga con la misma moneda, (midá kenegued midá) Así como no debería quedar nada de lo que fue consagrado a Dios, ahora no quedará nada de lo de él. De igual manera, todo aquel que se aferra en este mundo a lo material, tampoco subsistirá nada de él en el mundo venidero, en cambio aquel que se aferra a Dios, su alma perdurará,  tal como dice en el versículo: “Ustedes, los que se apegaron a Dios, viven todos hoy”

Malvim sostiene que el motivo por el cual se lo apedreó, es porque tal como antes explicó, la violación del pacto se refiere a que transgredió el shabat y la pena es esa. No obstante se lo quema porque se le otorgó a él y a todas sus pertenencias el estatus que tenía el botín de guerra de la ciudad de Jericó, el cual debía ser quemado como ofrenda a Dios.

Abarbanel sostiene que el motivo por el que Yehoshua le habla a Ajan,  es para que traiga lo que se tomó y lo devuelva para que pueda ser consagrado a Dios y de esa manera evitar que otro individuo lo tome y siga sin ofrecerse a Dios lo que se le había consagrado. A esto se refiere cuando dice: te ruego que des honra al Eterno

Malvim dice que las palabras: y ríndele honor se refiere a que no niegue la veracidad del veredicto Divino que se acaba de realizar.

Si bien se acababa de demostrar quién era el culpable, aún no se había dicho cuál fue su pecado, es por eso que Yehoshua le pide a Ajan que lo diga él mismo.

Dice que tomó un manto de Babilonia, pues él pensó que la prohibición era sobre productos de Jericó, pero como esto era de otro país, supuso que estaba permitido: un hermoso manto de Babilonia

También se justifica diciendo que sucumbió a su impulso, no que lo hizo por rebeldía: los codicié y los tomé

Más aún, se justifica diciendo que ni siquiera lo usó y que no ha tenido ningún provecho de ello, pues está escondido en su tienda: he aquí que están enterrados bajo tierra en mi tienda

Otros opinan que el motivo fue que Ajan reconoció su error ante Yehoshua en privado, tal como dice: ¿Qué has hecho? No lo ocultes de mí y no dice delante de nosotros o delante del pueblo. Y por ser que entre la tribu de Yehuda se estaba rumoreando que se lo estaba acusando sin pruebas, etc. Entonces Yehoshua quiere acallar rápidamente eso y que no comience una riña, así que va y lo expone, ahora ya no quedan lugar a ninguna duda y los rumores callan inmediatamente.

El uso en este versículo de los verbos en singular y otras en plural es porque a veces se refiere solo a Ajan: por ejemplo al decir: Y lo apedreó todo Israel y otras veces se refiere a él y sus pertenencias: y los quemaron a fuego y los lapidaron con piedras

Daat Mikra nos recalca que a veces el nombre Ajan se cambia por Ajar, por ejemplo en Crónicas I 2:7 en vez de llamarlo Ajan lo llama Ajar, es por ello que se llamó el lugar Valle de Ajor, para recordar a Ajar-Ajan.

El capítulo comenzó hablándonos de la ira de Dios a causa de la anatema que tomó Ajan, y concluye con que la anatema fue quemada junto con Ajan y que la ira de Dios cesó.