Está escrito: “a la tierra que Yo les entrego a ellos, los hijos de Israel…” ¿Por qué no dice directamente: “A la tierra que os entrego a ustedes”? Además, si dice “a ellos”, se sobreentiende que es a “a los hijos de Israel”. El motivo de esta redundancia es para que sepan que Dios les otorga la tierra de Israel a ellos, no por mérito propio, sino (tal como lo dice anteriormente la Tora) a causa de la maldad de los cnaanitas  y además porque ellos son los descendientes de los patriarcas, a quienes Dios les prometió dar la tierra de Cnaan.

Si sólo hubiera dicho: “a la tierra que Yo les entrego a ellos” hubiera podido pensar que es por el mérito de ellos mismos.

Si solo hubiera dicho: “a la tierra que Yo les entrego a los hijos de Israel…” no hubiera encontrado nada redundante en el versículo como para tratar de buscar un mensaje subliminal o entre líneas en el texto.

Al ser que dice las dos expresiones, obviamente se hace visible la redundancia que nos invita a reflexionar y arribar a la conclusión que hemos planteado.

1. El gran rio Éufrates.

2. El mar grande, hasta donde se pone el sol

3. Toda la tierra de los Jitim

Uno de los motivos de estos cambios es lo que enseñan los sabios: Cada profeta, profetiza con su estilo propio y escribe las profecías con su vocabulario y percepción. Esta diferencia la podemos notar más visiblemente en el mismo relato del Maasé Mercabá (visión de la carroza celestial) que hacen el profeta Yeshaiahu por un lado, y la descripción que hace de ese mismo suceso el profeta Yejezquel. Mientras que el primero no abunda en detalles, el segundo relata con lujo de detalles cada parte. Hasta el punto tal que los sabios dicen: Esto es así, porque Yeshaiahu era como si fuera un ministro que estaba asiduamente en presencia del rey, mientras que Yejezquel es como un campesino que no está acostumbrado a ver al rey y a su carruaje. Es por eso que Yeshaiahu lo describe más escuetamente, porque para él eso era una visión normal y frecuente, mientras que para Yejezquel, esa misma visión era algo muy anormal y no frecuente. Así también aquí, Moshé tiene su estilo lingüístico, y Yehoshua otro.

Otro motivo puede ser que cuando Dios se lo relata a Moshé, se lo dice en forma general, pero cuando se lo dice a Yehoshua, por ser que él es el encargado de hacer la conquista, le debe dar más detalles para que sepa exactamente qué es lo que debe conquistar y hasta dónde.

Por otro lado, ninguno del pueblo va a atreverse a rebelarse contra él  o poner en tela de juicio su liderazgo. Yehoshua será el líder único e indiscutido.

Él será el único profeta. Esto será solo con él, es por eso que lo relata en singular; después de Yehoshua sí habrán otros profetas que vivirán en las mismas épocas.

Luego dice: “Tal como estuve con Moshé estaré contigo” Dios le asegura a Yehoshua casi las mismas palabras que le dijo a Moshé en Deut. 11:24 y 25; vemos que en ese aspecto Yehoshua cuenta con una providencia similar a la de Moshé, los demás pueblos no podrán contra él. 

Además le insinúa, que tal como con Moshé realizó todo tipo de milagros cambiando el curso de la naturaleza, así también hará con él.

1. Que sea fuerte para dirigir al pueblo, va a precisar mucha fortaleza.

2. Que sea fuerte y que no se deje llevar por su instinto, tal como dijeron los sabios en el Pirké Avot: ¿Quién es el fuerte? Aquel que puede controlar su mal instinto. Por eso ahora agrega que tiene que ser muy fuerte para no ceder y caer en las tentaciones del poder: dinero, mujeres, honor, etc.

3. Que sea Fuerte en la guerra, y allí agrega: “¿Acaso ya no te lo he ordenado? Se fuerte y valiente, no temas ni desfallezcas.” Esto ya se lo había dicho en la Tora en Deut. 32:23 No obstante, agrega: “pues contigo está el Eterno tu Dios, por donde quiera que vayas” pues no debe suponer que todo depende de él y que gracias a la fuerza y valentía del ejército conquistarán todo, sino que fue gracias a la ayuda de Dios. Su fortaleza es Dios, no la espada.

El comentarista Ralbag nos explica que cuando Dios le dice a Yehoshua que no se aparte ni a derecha ni a izquierda, no agregar ni quitar nada de la Tora; de esa forma, y solo de esa manera, es que alcanzará el éxito y triunfará. En el suceso de los espías que envió Moshé, ellos se obstinaron en salir a guerrear contra los pueblos de Cnaan, a pesar de que Dios les había advertido que no vayan, y fue por ello que fueron derrotados. Para triunfar hay que hacer lo que Dios nos encomienda, sin agregar de más (Como en el caso de los espías) ni tampoco quitar nada.

Comienza primero diciendo: “cuidar y cumplir todo tal como está escrito en la Tora que ordené a Moshé mi siervo” pues el cumplimiento de los preceptos llevan al individuo a perfeccionarse, a no ser precipitado ni pasional, a actuar mesuradamente, con justicia y misericordia. De esta manera será una persona agradable y bondadosa.

No obstante también dice: “profundizarás en ella día y noche… entonces tendrás éxito en tu camino y serás inteligente”  Se refiere no solo a los preceptos y obligaciones que figuran en la Tora, sino también en profundizar y compenetrarse de todos los relatos que hay en la Tora, sobre los patriarcas, sobre la generación del desierto, etc. pues todos ellos encierran una enseñanza que lo harán ser más sabio.

Todos los comentaristas están de acuerdo que esto ocurre luego que terminaron los treinta días de duelo por la muerte de Moshé.

El motivo de este anuncio, no es solo para que estén listos físicamente, sino también moral y espiritualmente.